piscina agradable, terraza bien cuidada, ambiente tranquilo

Algunos detalles en la Villa Camila están un poco descuidados para lo que cuesta!!! Además, el precio por la noche es bastante alto al no incluir el desayuno!!! A veces el ruido de los gatos en el tejado puede ser molesto!!!

El lugar es encantador, rodeado de un jardín cuidado y una piscina genial. Estuve en un dúplex súper cómodo y limpio, perfecto para relajarte como en casa. La atención fue maravillosa, ¡hasta me abrazaron!

El wifi solo funciona en las zonas comunes, ¡así que no esperes chatear desde la cama!

Disfruté de una estadía maravillosa en un entorno natural. La anfitriona Vera preparaba un desayuno delicioso, con panes y mermeladas caseras. Los espacios exteriores, como el huerto y la cancha de tenis, fueron una agradable sorpresa. Me sentí muy bien acogida y cuidada.

El wifi podría mejorar.

una estancia placentera pero con detalles a mejorar

La atención de los anfitriones fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacer sentir a los huéspedes como en casa. La finca es realmente hermosa, rodeada de naturaleza y muy cuidada, perfecta para relajarse. El desayuno, elaborado con productos frescos, fue una de las mejores experiencias de mi visita.

El acceso a la conexión wifi fue un poco limitado ya que no llegaba a la habitación.

el desayuno era delicioso y todo hecho por la anfitriona. el camino es confuso.

Reseña exprés para los que van con prisa

Un lugar encantador que se siente como un segundo hogar. La atención al detalle es impresionante, desde el delicioso desayuno preparado con productos frescos hasta la calidez de sus dueños. Perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Las villas son amplias y cómodas, ideales para una escapada tranquila.

Qué lugar más encantador! La amabilidad de Vera y Antonio hizo que nos sintiéramos como en casa. El desayuno es todo un festín de delicias frescas 🍰. Solo un pequeño detalle, la habitación tenía algunos muebles demás.

Desayuno casero y variado

una experiencia entrañable con atención excepcional y desayunos caseros deliciosos en un entorno natural

Quinta Da Boa Ventura es simplemente un lugar mágico. Desde el momento en que llegamos, Vera y Antonio nos hicieron sentir como en casa. El desayuno abundante y la repostería de Vera son inolvidables. La piscina y el patio nos permitieron relajarnos completamente.

La habitación era cómoda, aunque un poco pequeña y con demasiados muebles. La cama estaba bien y se podía descansar bien. La decoración estaba cuidada y el baño era amplio, lo que se agradece. Ah, y la amabilidad de la dueña fue un plus, siempre atenta. El único pero sería que el wifi no llegaba a la habitación, solo en las áreas comunes. Pero fuera de eso, estuvo bastante bien.

Limpio, con buena atención y desayunos riquísimos. El wifi solo en áreas comunes.